Una pregunta habitual es: "¿Por qué huelen mis toallas limpias?". Puede que no sea una razón obvia, pero hay una solución sencilla. Si tus toallas tienen olor a humedad, puedes probar a lavarlas con vinagre blanco destilado. El vinagre actúa como conservante natural y también combate las bacterias. El moho se desarrolla en los materiales orgánicos, incluidas las toallas húmedas. Cuando se dejan en la lavadora, tienden a retener la humedad, y esto hace que las toallas desarrollen un olor a moho.

La razón más común por la que las toallas huelen mal es la acumulación de detergente. El uso de suavizantes para limpiar la ropa puede hacer que apesten. Estos productos químicos contienen aceites que aportan suavidad a las toallas, pero pueden atrapar suciedad, moho y bacterias. Por suerte, este problema tiene fácil solución. Las toallas empapadas en una combinación de agua caliente, vinagre y bicarbonato de sodio garantizan un olor fresco. Usando bicarbonato, vinagre o ambos evitarás que tus toallas huelan mal.

Las toallas también tienden a oler mal porque absorben mucho detergente. Estos materiales están diseñados para retener el agua, por lo que absorberán la mayor parte del jabón, detergente y suavizante que utilices. Sin embargo, algunos propietarios de toallas entran en el "ciclo de la toalla" y añaden más detergente a sus toallas. Aunque esta solución puede funcionar para algunas toallas, puede que no funcione para otras. Añadir más detergente a su colada sólo hará que huela peor. Esto se debe a que sus toallas no se aclaran correctamente y quedan con un olor a moho.

Cuando lave toallas, evite utilizar suavizantes. Aunque las toallas están hechas para ser suaves y flexibles, estos productos químicos pueden dañarlas. El uso de suavizantes también hará que las toallas huelan mal, así que si tienes toallas, no es necesario que utilices suavizantes. Los productos químicos que se encuentran en los suavizantes atrapan bacterias, suciedad y restos de detergente en la toalla.

Otra causa del mal olor de las toallas es la acumulación de detergente. El suavizante hará que tus toallas huelan después del lavado. Si no lo elimina, tendrá que comprar una toalla nueva. Afortunadamente, hay algunas opciones que darán a tus toallas un aroma fresco y fragante. Una de las soluciones más comunes es utilizar una solución que contenga dos ingredientes: vinagre y bicarbonato. Si no funcionan, prueba con lejía o suavizante.

El uso de suavizante es otro de los culpables habituales del mal olor de las toallas. Aunque las toallas son resistentes a estos productos químicos, a menudo se ven afectadas por los suavizantes, que son aceites que se encuentran en el detergente. Esta capa aceitosa puede atrapar suciedad, moho y bacterias, y causar una toalla apestosa. Las toallas pueden volverse muy malolientes con el tiempo, sobre todo si se usan con regularidad. Para evitar este problema, considere la posibilidad de utilizar un detergente diseñado con fines antibacterianos.

Otra causa del mal olor de las toallas es el uso de suavizantes. Estos productos contienen aceites que las hacen suaves y flexibles. Durante el proceso de secado, estos aceites pueden acumularse en las toallas y hacer que huelan mal. También pueden dejar un residuo que haga que huelan mal. Además, los suavizantes también inhiben el proceso de secado, por lo que debe evitar su uso. Si los utiliza, asegúrese de lavarlas con sosa y vinagre.

Una lavadora sucia es otra fuente común de toallas malolientes. Cuando una toalla está mojada, pueden acumularse residuos de detergente, moho y bacterias. Afortunadamente, puedes evitar estos problemas lavando las toallas con agua caliente y vinagre. Este sencillo remedio dejará tus toallas frescas y esponjosas. A menos que las toallas estén estropeadas por un detergente malo, pueden limpiarse con agua caliente y bicarbonato. Pero si son demasiado viejas, es posible que deban ser lavadas por un profesional.

En la mayoría de los casos, las toallas huelen mal porque han sido tratadas con suavizantes. Esta solución no es necesariamente una solución permanente. Pero una buena solución es añadir un poco de bicarbonato sódico y vinagre a las toallas. Una combinación de estos dos ingredientes también puede ayudar. Esto ayudará a que tus toallas vuelvan a oler frescas y esponjosas. Si tus toallas ya están mojadas y quieres evitar el uso de suavizantes, puedes utilizar bicarbonato de sodio y vinagre.

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